domingo, 22 de febrero de 2009

TAREA AMAD:Educación intercultural bilingüe. Debates, experiencias y recursos.

En la educación del siglo veintiuno ignorar en el proceso educativo los recursos de las nuevas tecnologías de la información y comunicación resulta –está demás decirlo- un atentado contra los derechos fundamentales de las personas, según lo pregonan todos los ámbitos y los documentos de variada índole. Es una obviedad que el mundo global se mueve y sostiene desde los sistemas de información y por ello la educación de un nuevo ciudadano debe preparar para el uso de las mismas. Por lo tanto ejerce responsablemente una de sus funciones el estado que entiende este derecho –y su deber- propendiendo a la alfabetización digital de sus ciudadanos.
En la era de los nuevos medios de comunicación, la posibilidad de integrar diversos lenguajes aparece como un rasgo distintivo de los materiales para la enseñanza. Conocer los modos privilegiados de recepción de información en los momentos actuales es un aspecto crucial para el análisis y el diseño de dichos materiales. Los docentes, profesionales de la educación deben desarrollar competencias específicas respecto de las nuevas tecnologías. Dado que los materiales didácticos son un discurso de tipo especializado, es marcada la división del trabajo. Cada estrato involucra diferentes personas con distintas habilidades. Sin embargo, la fragmentación de las tareas no es total. Consideramos que un conocimiento básico sobre las diferentes áreas y una mirada con capacidad integradora constituyen el núcleo de saberes que debe poseer un profesional del campo de la educación y las nuevas tecnologías sobre materiales educativos. Lo que sí debe saber un profesional del campo de la educación y las nuevas tecnologías es poder evaluar que el material sea de fácil instalación, que posea instrucciones claras de cómo comenzar a utilizarlo, que no contenga mensajes de error, que reúna las exigencias estándares de memoria, etcétera. Para ello es necesario conocer las distintas herramientas presentes en el mercado para la producción de materiales y tener criterios para su selección en función de esta dimensión.
Varias son las razones por las que es importante que se utilicen materiales en las propuestas educativas. Por un lado es un factor motivacional ya que trabajando con distintos recursos se propicia el interés del alumno. Por otro lado es importante que se escuchen otras voces que no sean sólo las del maestro y el libro de texto. Dar cuenta de diversas miradas sobre un mismo tema implica apertura y democratización del proceso educativo. Por último, y uno de los argumentos más interesantes es que integrar distintos recursos es pensar en ellos como herramientas culturales disponibles en la sociedad donde se encuentra el alumno produciéndose así la apropiación de los recursos, lo que no es un simple proceso de internalización en el que se homologa internamente lo externo. “Se trata de una reconstrucción, por el hecho de que varía tanto la estructura como la función de la operación psicológica en desarrollo” (Baquero, 1999). Wertsch (1998) define a la internalización como “el proceso de control sobre las formas de signos externos”.
Esclarecer algunos conceptos.
Entendemos aquí por material educativo a todo tipo de herramienta que enriquece la propuesta de enseñanza. Con dicho concepto se evita el acotado de “recurso”, según la acepción del diccionario, como simple medio para conseguir un objetivo. Sabido es que no siempre los alumnos aprenden lo que la enseñanza procura, dado que los aprendices se enfrentan a un material con saberes previos resignificando lo que se les ofrece (Hernánez Rojas, 2001).
Conviene también diferenciar los materiales educativos de los materiales didácticos pues éstos tienen características diferentes, particularmente el procesamiento que suponen los materiales didácticos por parte de especialistas en diseño instruccional para que respondan a una secuencia y a los objetivos pedagógicos previstos para enseñar un contenido a un destinatario. La finalidad de éstos últimos no es sólo transmitir una información a cierto tipo de público sino que el lector/usuario aprenda y comprenda las temáticas trabajadas en él.
Los materiales didácticos son entonces un tipo de texto especializado que requiere distintas instancias de intervención. En definitiva es un texto que, como todo texto, se produce desde otros textos preexistentes.

El material en sí. Recurso nº 9. Educación intercultural bilingüe.
El material ofrecido por el Ministerio tiene las caracteríasticas propias de material didáctico. Y en esto seguimos las cuatro dimensiones analíticas de van Leeuwen y Kress (2001).
Este material muestra, en lo que respecta a discurso, la construcción del mismo en función de una serie de saberes que circulan en la sociedad para un nuevo tipo de destinatario específico. Traspone diferentes tipos de textos – científico, artístico (eruditos)- a un texto instruccional (conocimiento a enseñar) en el que el propósito no es sólo comunicar un hallazgo sino poder enseñar un contenido a un otro (ver Chevallard, 1991). La intertextualidad queda plasmada en la construcción del discurso desde otros discursos. Como ejemplo puede verse la riqueza de lo documental que se ofrece (voces, escritos, canciones, imágenes) variada y rica a la vez. La misma posibilita que estos materiales puedan ser leídos según el contexto desde donde surjan, pero indefectiblemente enriquecerán el propio contexto si el mismo es el de bilingüilidad, como en el que nos encontramos insertos. Facilita el proceso de desnaturalización de lo dado.
Visto desde la dimensión de diseño, este material efectivamente muestra una configuración particular de discursos y modos, que como se sabe, son el objeto central del estudio multimodal. Un medio explotado conscientemente para fines comunicativos se llama modo. La variedad de modos semióticos presentes en el material didáctico analizado es clara y relevante. Se rescatan las voces, las producciones escritas, el arte de los sujetos actores. Por otra parte el acto comunicativo está direccionado por un lado a los alumnos y por otro a los docentes. Esta direccionalidad de los materiales que se ofrecen está en el hecho de que permiten una interacción con los mismos.
Respecto de la dimensión de producción, entendida la misma como los medios que intervienen en la confección del material, se utilizan distintos soportes que constituyen la sustancia material que vehiculiza el tema y las formas de diseño. Así pueden verse aquí la digitalización documental tanto en música, escritos, imágenes y voces. Todo lo cual facilita los procesos de apropiación, identifiacación y trasmisión –por qué no- a otros escenarios educativos diferentes del aula-clase.
Por último, la dimensión de de circulación/distribución está ampliamente lograda ad intra en este material puesto que la finalidad tiene por objeto la alfabetización digital. Pero resulta paradójico e interesante a la vez el hecho de que cualquiera pueda acceder digitalmente a esta producción en tanto los medios de reproducción estén disponibles. Para el caso, una comunidad precisamente aborigen no lo logrará si no cuenta con los recursos que supone el mismo proceso alfabetizador concientizador. Conocido por todos es el caso de comunidades en contexto de suma pobreza y alejadas de todo este tipo de recursos. Ni qué hablar de las posibilidades/dificultades subyacentes tanto en el soporte magnético como el del contacto en la web. No sólo aludimos a la conectividad y anchos de banda en este inmenso país –en el caso de la web-, sino en el simple hecho de contar con el insumo eléctrico e informático –PC-.

Visto este material según las dimensiones expuestas en Gutiérrez Martín (2004) podemos sostener que según la dimensión técnica el tipo de software con el que está elaborado resulta conocido para cualquier usuario que está acostumbrado a este tipo de interacción multimedial. Para el caso del contexto específicamente educativo y particularmente áulico requerirá de un entrenamiento para hacer uso de todas sus posibilidades. Pero es indispensable insistir que en muchos aspectos del material se requiere de conectividad y el ancho de banda en nuestro contexto dificulta enormemente dicha tarea y por consiguiente vuelve lento su uso.
En lo que respecta a la dimensión del diseño, insistimos, tiene un formato que lo hace simple al uso pero que requiere conocimientos básicos de uso del recurso –pc-. Los programadores del ministerio tienen un estilo –según puede verse en otros materiales- suponiendo que usan software común y conocido en el mercado.
Evaluando la dimensión didáctica según el criterio de este autor, los componentes de la misma no constan todos en este material. Para el caso la explicitación de objetivos, las formas de presentación del contenido, el uso de facilitadores del aprendizaje (índices, guías de navegación, resúmenes, ejercicios de aplicación, conclusiones, etc.), la flexibilidad de la aplicación para adaptarse al nivel y al ritmo de cada usuario, el tipo de actividades propuestas, el destinatario al que está dirigido el material, entre otros. Podría decirse que el material está muy parcializado puesto que la bilingüilidad es un fenómeno extenso en nuestro país. Los recursos para el aula son pocos si se descuentan los que implican conectividad a la web previstos en los vínculos con links.
Por último, la dimensión ideológica en este material queda reflejada en tanto releva las concepciones subyacentes acerca de conceptos tales como igualdad, interculturalidad, educación, dignidad, orden social y la visión de sujeto que los soportes ofrecidos incluyen. En lo que se adolece es respecto a lo limitado de étnias sobre las que se documenta y la ausencia de datos actualizados en todos los órdenes en el material.

Una consideración sobre las textualidades de este material didactico.
Este material didáctico –texto- puede ser analizado según tres aspecos: la multimodalidad, la hipertextualidad y la interactividad. Sobre cada uno de ellos se ha dicho algo en lo que precede pero conviene observarlos detenidamente.
La multimodalidad
Se refiere a los diversos modos semióticos que integran este documento multimedia. Los modos semióticos son los canales a través de los cuales se transmite los mensajes en una comunicación.
Siguiendo a Lonardi, 2005, en este material constan organizadores gráficos: diagramas, gráficos y esquemas. Los organizadores se basan en los fundamentos de la percepción visual, que se apoya en tres factores: a) los universales, que permiten organizar los datos del entorno, b) la memoria visual, que posibilita la acumulación y retención de informaciones y c) la capacidad combinatoria de las ideas, que nos permiten orientar la información creativamente. En este material evaluado estos tres factores están presentes de alguna u otra manera. Así, por ejemplo, estos organizadores gráficos describen lugares –mapa de aborígenes en el país-; desplegan el proceso de organización de un sistema -; muestran las partes de un todo, permitir al usuario localizar y recordar ideas claves; reorganizar datos que aparece en los textos escritos y convertir información compleja y desordenada en significativa. La
Siguiendo los criterios Mayer (2003) y los principios de la psicología cognitiva se supone que si se combina eficazmente el habla y la imagen las personas aprenden mejor. Con palabras e imágenes mejor que con palabras solamente.
La hipertextualidad
Si acordamos que hipertextos son aquellos documentos que están ordenados sin un punto de entrada y ni de salida predeterminados, compuestos por fragmentos de texto y que pueden ser tanto impresos como digitales y el acceso a los mismos puede producirse en cualquier parte, sin necesidad de haber leído lo anterior ni tener que leer lo que sigue, entonces podemos decir que este material evaluado cumple con estas características. Puede accederse con libertad de acción y escoger entre distintos itinerarios de lectura.
La interactividad
Considerada ésta como la cualidad de los programas que permiten una interacción, a modo de diálogo, entre el ordenador y el usuario, el análisis de la interactividad que caracteriza a este material didáctico se ajusta a uno de los factores que enuncia Gutiérrez Martín (1997), que alude al grado de apertura del documento, que en este material es elevado. Este material tiene la característica de las aplicaciones abiertas pues propone y/permite al usuario/estudiante no sólo determinar a cada paso la forma y el ritmo de presentación de la información sino que también posibilita que sea a la vez receptor y emisor de mensajes. El alumno no se limita a ver o indagar, sino que es invitado a participar generando conocimiento a través de la comparación, la interpretación y el análisis. Puede leerse en la presentación del material el texto que reza así: “Presentamos la Colección educ.ar para navegar conectado en internet. Un conjunto de recursos, ejercicios, documentos, canciones y videos para trabajar en los distintos niveles educativos…”


BIBLIOGRAFÍA.
o Hernández Rojas, G. (2001) Paradigmas en psicología de la educación. México: Paidós.
o van Leeuwen, T. y G. Kress (2001) Multimodal discourse: the modes and media of contemporary communication. London: Hodder Alrnold.
o Wersch, J. (1998) La mente en acción. Buenos Aires: Editorial Aique.
o Lonardi, M. (2005) “Diseño de la información, percepción y comunicación” en Ford, A. (2005) Resto del mundo. Nuevas mediaciones de las agendas críticas internacionales, Buenos Aires: Grupo Editorial Norma.
o Gutiérrez Martín, A. (1997). Educación multimedia y nuevas tecnologías. Madrid : Ediciones de la Torre.
o Mayer, R. y R. Clark (2003) E-learning and the Science of Instruction. Proven Guidelines for consumers and designers of multimedia learning. San Francisco: Jossey-Bass/Pfeiffer.

6 comentarios:

Alumnos Primer Año Profesorado Nivel Inicial dijo...

Hola Emilio! Me enacntó tu trabajo, me pareció super claro. Además qué interesante esto de que los dos analizamos el mismo material y nos referimos a puntos distintos. Allí te hago mis comentarios y preguntas. Un beso, María.

Alumnos Primer Año Profesorado Nivel Inicial dijo...

Me parece muy bueno el comienzo de tu artículo por la toma de posición política que hacés sobre el tema. Lo único que cambiaría es el estilo un poco “fuerte” que adoptás. Propongo agregar algunos modalizadores del discurso (puede ser, sería deseable) o sacar algunas palabras muy fuertes: “es una obviedad, atentado”.
Ahora yo me pregunto y te pregunto: quiénes deberían ocuparse de este tema: ¿los pedagogos/didactas, los lingüistas, los programadores, los especialistas en contenidos?

Alumnos Primer Año Profesorado Nivel Inicial dijo...

Hay una pregunta que teníamos en la actividad que no la encuentro que la abordes: “¿Cómo se vinculan estas representaciones con las modalidades de pensamiento?” A mí me costó mucho decir algo sobre esto porque tampoco lo vi claro en la bibliografía. Además creo que se dicen afirmaciones como declaraciones de principio pero no se aporta investigación sobre el tema. La pregunta que te haría es qué pensás tanto de mi señalamiento como de lo que pienso sobre la investigación.

Alumnos Primer Año Profesorado Nivel Inicial dijo...

Me parece genial que hagas una critica a la distribución del material, específicamente que digas que los mapuches van a tener problemas de conectividad para acceder a un material que habla de ellos mismos. Mi pregunta es: ¿cómo lo resolverías? ¿Te preocuparías por dar conectividad a estas comunidades u organizarías un encuentro para mostrarles lo que se hizo?

Diana Socolovsky dijo...

Emilio: Tu artículo me pareció súper interesante, pero si tengo que hacer una “crítica constructiva”, y a la luz de ser un artículo por medio del cual se estaría recomendando un material educativo a docentes, yo lo percibí un poco difícil de comprender por alguien que “no está en tema”, recomendaría utilizar un lenguaje un poco menos literario y bibliográfico (tecnológicamente hablando) y más explicativo de las bondades del mismo, por ahí explicando su navegación por partes.
Coincido con María en que algunos términos como “obviedad” y “atentados” aunque muy bien colocados, son un poco fuertes.
Respecto de la brecha de posibilidades de uso y aplicación existente entre diferentes comunidades… ni que hablar, éste y muchos materiales educativos de esta índole, presentan las mismas dificultades y no contemplan a esta franja de la sociedad, pero está lejos nuestro poder lograr achicarla.
Una cosa más, fácil de corregir: creo que faltó la palabra “Imagen” en el párrafo donde dice: “Siguiendo los criterios Mayer…” porque solo está la palabra “La”.

Diana

pancho dijo...

sos emilio, el que fué marista?...me parece por tu foto que sí, soy andrea plevani de marcos juarez (andreaplevani@gmail.com)