jueves, 3 de julio de 2008

LAS TICS EN NUESTRAS VIDAS

HISTORIZANDO LO QUE IMPLICÓ LA INFORMÁTICA EN LA VIDA COTIDIANA.
La tecnología en nuestras vidas.
Hace ya 20 años que me integré a la sociedad del norte argentino debido a una decisión personal de salir a trabajar a la frontera. En ese momento y viviendo en Bs. As. recién se iniciaba la explosión de la informática. En la institución educativa donde trabajaba –plena zona paqueta porteña (Montevideo y Santa Fe) se habían incorporado máquinas de última generación: olivetti con ‘bochas’ y `margaritas’, visores, etc. Ya había en la institución un micro cine donde se había incorporado la pantalla gigante con un reproductor a modo de ‘cañón’. Las PC eran un lujo. Al llegar al norte traía conmigo una máquina de escribir electrónica, lo último, y se me hacía difícil conseguir los repuestos.
Pasados unos 5 años de aquel ingreso a esta sociedad aparecieron los primeros ‘avisos’ de la necesidad de la PC merced a personas de la educación que también trabajaban en la empresa Ledesma, -que como toda multinacional, se había informatizado-. Estas personas instaban a empezar a aprender el uso de tan valiosa herramienta. Fue toda una aventura acceder a las primeras computadoras.
En tanto que en los medios de comunicación local de ese entonces recuerdo que lo único que podía mirarse por TV abierta eran apenas dos canales (ATC y un canal provincial) cuyas señales llegaban por micro ondas según las dimensiones de sus torres. Sólo unos años después empezó a aparecer en el medio la idea del coaxil y la recepción satelital de las señales televisivas y radiales.
A partir de un emprendimiento privado se hizo posible el acceso a este tipo de televisión por cable y, como ya se sabe, el acceso a la información nos acercó al mundo y sus sucesos. Algo similar aconteció con las comunicaciones telefónicas. Se constituyó una Cooperativa Telefónica que gracias a sus inversiones incursionó en el mundo satelital mejorando cualitativamente todo el servicio.
Todos estos emprendimientos no dejaban de ser onerosos para los que pretendimos ser los primeros usuarios.
Y si nos referimos a la fotoduplicación tendríamos que escribir un texto extenso. La aparición de las primeras fotocopiadoras en esta ciudad fueron todo un evento, ya que los pocos que las tuvieron parecían “hacerse el bollo” –según un regionalismo, es decir enriquecerse-.
En la época del Menemismo, a partir del ‘89, y su tan mentado ingreso al primer mundo, fuimos receptores de todos los beneficios que implicó la inversión privada en materia de telecomunicaciones. En particular la de la telefonía celular. En nuestro medio la multinacional adjudicataria también sentó dos torres para un servicio que tuvo una multitud de consumidores. En el presente se está discutiendo en la sociedad la instalación de una tercera en el ejido urbano.
Últimamente la instalación en nuestra ciudad de los famosos cyber (150 hasta 2006) que pusieron a disposición de toda la población un servicio de conexión con el mundo impensable hace 15 años. Se observa en ella la asistencia de personas analfabetas informáticas que requieren de estos servicios (inscripciones en la DGI, ANSes, etc.)
También es un hecho que en los espacios familiares, laborales y públicos hubo un acceso a los bienes informáticos facilitado por infinidad de planes de las casas comerciales para su adquisición. Un relevamiento sencillo en nuestra escuela mostró que casi un tercio de las familias de los alumnos –clase media/baja- tienen una PC en su domicilio. Y al menos un integrante familiar tiene un celular. En la provincia de Jujuy y a fines del año 2007 el Ministerio de Educación de la provincia debió emitir una resolución por la que prohíbe en todos los niveles todo tipo de instrumento electrónico pues los considera objetos que distorsionan y distraen el proceso de EA.
Últimamente las instituciones educativas locales fueron adjudicatarias de planes educativos nacionales de incorporación de equipos multimedia como para montar una sala de informática de última generación: PC, cañones, Not book, etc.
Es innegable entonces que estamos rodeados de los objetos electrónicos, informáticos que mediatizan nuestra vida.

De si la tecnología incide en nuestra cotidianeidad.
De acuerdo al texto trabajado, muchos de los efectos de la SI son coincidentes. La incidencia en lo personal: en el momento de la ‘explosión’ informática comprobaba que en la educación todo se facilitaba. Por ejemplo, gracias a la digitalización de textos podíamos imprimir (1984) todos los días una cartilla para más de mil alumnos de la escuela primaria en una mini imprenta que poseía la institución.
Una vez instalado en el Norte, cuando aún las instituciones tenían las viejas olivetti con ‘papelito corrector’, con mi máquina de escribir electrónica podía hacer la corrección visual de los trabajos (1987) sin necesidad de tener que volverlos a escribir.
En el orden social: los pueblos del interior alejados entre sí, mediados de grandes distancias con los centros de toma de decisiones y en donde todo se demoraba para ser conseguido o para ser conocido, la satelización e informatización produjo una mediatización veloz[1].
El hecho de estar ‘latiendo con el corazón del mundo’ crea en los seres humanos un nivel de sensibilidad y solidaridad sorprendentes.
Por lo demás la vida puede organizarse con un mayor nivel de previsiblidad.

Quién dice que nuestras vidas no cambiaron con las TICS.
Estas transformaciones de las sociedades hacia la digitalización e informatización tienen, como en todo, sus detractores y sus admiradores. En mi caso particular tuve siempre una mirada muy crítica. Al descubrir su utilidad como facilitadora de muchos procesos adherí a ello y me apropié de las herramientas indispensables para ser eficaz en mi desempeño profesional. Exploré estas herramientas de manera autodidáctica debido a que no había facilitadores en el contexto que pudieran hacerlo. Esta actitud crítica y de auto educación ante la invasión del mundo de la informática me dio ciertas ventajas ante “aquellos que esperan todo de…” y abrió nuevos caminos de progreso profesional.
La confianza en el progreso como ideología. El texto de la Comunidad Europea es revelador al respecto. El libremercadismo logró sus objetivos. El mercado no proporciona participación sino consumo. Observo que el mundo del comercio, gracias a la mejora del poder adquisitivo de la población en general, posibilitó a todos el acceso a las mismas. Pero las herramientas tienen tal potencial que el usuario que dispone de ellas lo explota en un porcentaje mínimo. O en el peor de los casos se hace un uso impropio de ellos creando una vinculación que linda con la dependencia enferma. El concepto de ‘degradación’ de Wiener es entendible en este contexto. Un usuario mal educado…o insuficientemente preparado será un mal usuario degradando el uso para el cual fue creado el objeto.
Puede corroborase cotidianamente cómo instrumentos que fueron creados para la comunicación, hoy se convirtieron –y cada vez más- en objetos que la dificultan[2]. Tal vez la ‘computopía’ de Masuda no será tal en una sociedad que recibió el beneficio de la tecnología y no está preparada para usarla. Creería en una inteligencia social que pretende dominar más que educar. Convirtiéndose en un elemento de poder más que del ejercicio de las libertades[3].
Por otra parte, la experiencia cotidiana muestra lo lenta que ha sido la escuela para apropiarse de estas herramientas y utilizarlas con sentido pedagógico. Es que hacerlo implica otra organización de los tiempos personales en vistas a su aplicación[4]. Es inconcebible que hoy, en el ejercicio del profesional docente, haya resistencias al uso de la informática y de sus exigencias e implicancias laborales. No me cabe ninguna duda sobre el beneficio que la SI tiene en todos los otros órdenes de la vida.
‘Quedan en el tintero’ cuestiones tales como:
> Una escuela que pretende alfabetización total en contraste con las deficiencias/dificultades graves en la apropiación de la lengua materna.
> El proceso de alfabetización (apropiación de la lectura y escritura) en contraste con los nuevos lenguajes/códigos que se crean en los mensajes de textos.
> La escuela que todavía usa pizarrón, tiza y borrador con la pretendida del ‘pizarrón virtual’.
> La gran cantidad de docentes que sostienen un discurso ‘moderno’ y la ausencia de producción/enseñanza nutrida de los nuevos lenguajes.
> Las políticas educativas: se invierte en recursos informáticos de última generación para instituciones cuyos edificios se caen a pedazos.
> Y van…

Emilio Santiago Tomatis
CALILEGUA. Jujuy.
[1] Pienso en las empresas de transporte, colectivos de larga distancia, en las que para conseguir un asiento hacia Bs.As. desde aquí era todo un logro. Hoy, con la computadora conectada a la red, (informática-telecomunicaciónes) se obtiene con prontitud el pasaje, inclusive el asiento al que se quiere acceder (exactitud).
[2] Para el caso: Estoy dialogando con una persona y tengo que detener mi conversación porque le suena el celular y sin chistar lo toma y habla. El spot publicitario del payaso y los niños es revelador al respecto.
[3] Me parece revelador el texto y comparto el concepto: “Algunos autores advirtieron (y aún advierten) contra el determinismo tecnológico dominante señalando que la influencia de las TIC sobre las condiciones y la organización de la vida cotidiana depende, entre otras cosas, de los usos sociales, y no sólo de las innovaciones técnicas.
[4] Quien esto afirma coordinó varios encuentros de ‘sensibilización informática’ para docentes de toda una Región Educativa’ de las cuales se nutren muchas de estas afirmaciones.

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